sábado, 14 de abril de 2007

Diversidad cultural y migración desde una perspectiva brasileña.

 

Hola,
Soy Flávio
No he podido enviar a todos mi contribuiciones porque tengo problemas com internet.
Aprovecho para poner en anexo, tambien como contribuición para el debate, una memória sobre interculturalidad que he presentado en la Universidad de Girona. Como también habla del tema de la identidad y diversidad cultural, aquí está (en catalá también).
Por favor, hacer llegar a todos que no tengo los emails, vale?
Después, estaré esperando comentários.
Saludos! Y están todos invitados para la nuestra reunión, sábado, 21 de abril, 15h. en FEDELATINA.
 

Diversidad cultural y migración desde una perspectiva brasileña.

 

Por Flávio Carvalho.

Sociólogo. Coordinador de la Asociación Brasil Catalunya.

 

Lo primero y que no es fácil es la propia definición del que sea la cultura. La mezcla que se hace entre arte, fiesta, educación, costumbres etc. Como se cultura sirve para definirlo todo y, entretanto, para nada también.

Cada vez más se hace una asociación automática entre las palabras multicultural, intercultural y todo que tenga a ver con la inmigración.

Es mejor aclarar que, por ejemplo, una ciudad puede ser multicultural (o pluricultural), donde las culturas

[1] hasta pueden "convivir" apartadas unas de las otras, por más vecinas que lo sean. Hasta mismo se puede solamente consumir una cultura distinta por la sencilla atracción de lo exótico, sin salir del barrio o mismo de casa, sobretodo se vivimos en una ciudad cada vez más cosmopolita.

Por otro lado, una ciudad o un colectivo de personas pueden ser interculturales, se posibilitan entrecruzamientos de culturas. Se permiten intercambiar-se con otras sociedades, manteniendo o no sus propias identidades culturales. Pero, se permiten, esto es lo que importa. Manteniendo todo lo que se identifica entre si, al mismo tiempo en que se dispone al desafío de la alteridad: el respecto al otro. El respecto al diferente de si mismo, en medio de la promoción de la igualdad de derechos.

Estar dispuesto a la interculturalidad significa aceptar el cambio al mejor (sin olvidar del peor) que una cultura distinta puede aportar. Sin embargo, un gran desafío.

Además, ahora nos cabe decir que las culturas no vienen con la migración, en pateras o de avión. Cualquiera de las ciudades ya está llena de culturas, se le apetece o no. Desde la suya esencia de territorio de identidad y convivencia, donde los autóctonos siempre han probado, de una o de otra forma, un contacto con otras culturas distintas.

Convivencia no es solamente otra bella palabra, simplemente bona en si. Se puede convivir con agresiones y violación de derechos como se no pasase nada. Igual con el que se hace en estos momentos.

En el caso del Brasil, por ejemplo, la diversidad de la población tiene un importante destaque en la configuración de nuestras identidades culturales. Actualmente se presenta este país de forma muy positiva como una sociedad de grandes experiencias históricas que se pueden compartir en la hora de construir políticas culturales, de convivencia o de integración social.  

Se dice de lo bueno que es la posibilidad de convivir entre culturas tan distintas como los indios nativos, los negros afro descendentes y los "blancos" o mestizos (donde se ha puesto, evidentemente, la genética europea).

Como posibilidad de compartir experiencias estamos de acuerdo y dispuestos a dialogar, tanto por medio de buscar caminos de aproximación delante de necesidades comunes, cuanto en la identificación de situaciones especificas donde no se pueden aplicar receptas automáticas, como una "transposición de tecnología".  Lo más importante es abreviar caminos hacia la justicia social, esto sí.

Lo que no se puede es olvidar:

·          Las culturas indígenas son el más fuerte ejemplo mundial de exterminio étnico por parte de la barbarie colonialista. No existen culturas más exterminadas en todo el mundo que no sean los indígenas nativos (aún, todavía, resistentes) de donde la colonización europea decidió llamar de América (en homenaje un de los mayores promotores de estos exterminios que hablamos: Américo Vespúcio);

·          Los secuestros de esclavos africanos durante siglos deberían ayudarnos a entender lo flagelo actual de aquello continente. ¿Que piensas de confiscar la fuerza de trabajo y los recursos naturales de todo un continente, de forma sistemática, al largo de la historia? Mejor que imaginar la expresividad de la cultura africana en el mundo occidental es pensar en que han venido por medio de la fuerza y violencia, y no de paseo, tocando percusión en las fiestas…;

·          Hemos aportado tantos incentivos (económicos, sociales, sexuales etc.) para acoger la migración europea (y asiática) que hay quien lo diga que el Brasil es el más gran país de destino de la migración de europeos de toda la historia. No se pueden precisar estos números porque, sencillamente, hemos tenido mucho más facilidades para acoger los europeos que han venido para fijar residencia, traer o contraer familia, fundar empresas y se incorporar definitivamente a la sociedad brasileña. Con amplio reconocimiento y gratitud acogedora por parte de los brasileños.

 

Lo digo, sin ninguno deprecio, que la más importante modelo brasileña del mundo es brasileña y viene de la familia Bündchen (se llama Giselle); que la empresa brasileña más globalizada tiene lo apellido de sus propietarios, la familia Odebrecht; que el gol que confirmó una de las más grandes victorias del Fútbol Club Barcelona ha salido de los pies de un brasileño con el apellido Beletti; que un de los más importantes arquitectos del mundo se llama Oscar Niemeyer; y que el coordinador del Forum Social Mundial es un brasileño que tiene el impronunciable nombre (para la mayor parte de los participantes del Forum) de Grzbowski, mientras que el gran liderazgo de lo Movimiento de los Sin Tierra se lo debe a un señor llamado Stédile…

 

Por fin, solo puedo decir que con toda la euforia que el escritor europeo exilado y suicidado al Brasil, Stephen Zweig ha dicho que el Brasil es el " País del Futuro", también nos cabe decir que somos la ochava mayor economía mundial y que nuestras dimensiones continentales no nos hacen olvidar de nuestro amargo título de país con más grande desigualdad social de todo el mundo. Además del país del fútbol, nación de la alegría, patria católica, horta del mundo, paraíso tropical, África Americana, tierra de los contrastes etc.



[1] Muy importante destacar el echo que casi siempre, en este texto, utilizamos la palabra "culturas", en el plural, para que sea más clara la nuestra comprensión del concepto.


 

 

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